MANANTIAL Y ALJIBE
Por unas estrechas escaleras metálicas instaladas en la última remodelación. ya en este siglo, bajamos al aljibe, construido unos tres metros bajo la calle Lavadero. Ha almacenado durante siglos el elemento vital de nuestra Villa. Su obra es de sillares de piedra traídos de nuestras canteras de Gorogón o la Escribana (por cierto, con ellos se construyeron algunas partes de la Catedral de Granada y Palacio de Carlos V). La entrada incesante de agua hizo los boquetes que ves en la primera foto.
Variamos un poco el objetivo de la cámara y nos adentramos en la parte más interior, donde se observan mejor estos huecos seculares, y ¿cómo no?, la entrada del agua que venía desde todo el pueblo. Las calles no estaban asfaltadas y la lluvia se filtraba; la acequia que venía desde el río Dúrcal era de tierra; había nacimientos cercanos que, a través de veneros, venían a morir justo aquí; veneros muertos definitiva ente por la construcción de pozos o piscinas cercenas.
En la parte superior vemos, insinuado, un gran arco de piedra. Si pasas a la siguiente foto, observarás que es un doble arco mozárabe, probablemente del s. XIV; muestra elegancia, equilibrio y fortaleza pues no se resiente con el peso de carruajes y vehículos pesados que han pasado sobre él, por la calle, durante siglos.
Y esos agujeros que ves en la foto última son por los que el agua sale al exterior para servicio de la población.
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