La Ermita de nuestro Patrón San Sebastián
Iniciamos con esta vista un nuevo bloque de comentarios, también de tema religioso pero referentes a otro lugar: "La Ermita". En ella. vela los sueños de los paduleños durante todo el año, nuestro protector, San Sebastián.
El cariño que le tenernos todos es alucinante como luego contaremos; pero, primero, un detalle: El primer asentamiento, en el libro de Bautismos de la parroquia, data del 10 de febrero de 1.593 y el nombre impuesto a una, niña es "Sebastiana".
Y, como no podía faltar, delante del pequeño templo vernos la señal de cristiano, que jalonan unas tras otras las calles y barrios de nuestro pueblo: La Santa Cruz. En su peana se puede leer (alguna letra ya con dificultad) "Se hizo esta Santa Cruz año de 1.780.
Hablemos ahora del edificio, que centra la vista. Nació de la siguiente manera: En 1.679 una plaga de "peste" asoló el Valle de Lecrín, de la que El Padul se libró. Los vecinos lo atribuyeron a, un favor del Patrón (recordemos que fue nombrado así por D. Juan de Austria a. mediados del s. XVI). En agradecimiento acordaron con "voto o promesa. solemne", en 1.692, guardar perpetuamente ayunos, dedicarle oraciones y hacerle una procesión solemne en su fiesta. Casi seguro que sería, por estas fechas cuando se levantó esta bendita Ermita.
Antes de acceder a su interior hemos de insistir en que se construyó gracias a los donativos y limosnas de los lugareños.
Su estilo es una mezcla del mudéjar y barroco, aunque, hay que reconocer que no tiene mucho valor arquitectónico. |