Seguimos con nuestra Ermita.
¡Qué contraste entra la placidez de esta foto y la algarabía exultan te del día 19 de enero de cualquier año, a las 9 de la noche!
Todo el, pueblo ha salido, después de almorzar con un ramal a rebuscar leña en los cerros y montes colindantes. Durante el camino de ida y vuelta los grupos de amigos o familias enteras cantan rancios ecos de estrofillas de San Antón, de la Candelaria y, sobre todo, el himno de San Sebastián.
Luego se preparan las lumbres con los haces de leña (al que no traiga le pueden salir las viruelas) a todo lo largo de la Calle Real para llevar al Santo en procesión a la Iglesia. Parroquial. A las 9 en punto, y en la puerta de la Ermita, suena, el momento de la verdad cuando la Banda de Música entona los acordes del himno; asoma el Santo, antiguamente llevado a hombros de paduleños en la "mili" con sus trajes militares, explota el entusiasmo popular; un ruido ensordecedor de disparos de escopeta u otras armas, cohetes y sobre todo los sonidos de las bocas paduleñas allí reunidas cantando:
Como soldados de Cristo
lucharemos por la, paz;
y tú serás nuestro jefe
glorioso San Sebastián.
En tu martirio hay ejemplo
de fe, de amor y humildad.
En Padul los corazones
en tus filas morirán.
En tus filas, En tus filas,
En tus filas morirán.
No quisiste gozar en la tierra,
ni en festines del mundo brillar.
Dedicaste tu vida de apóstol,
mostrando al hereje la luz del altar.
Si la hoguera de amor de tu pecho
en el mío consigue abrazar
al martirio iré satisfecho
y contigo de Dios a gozar
y contigo de Dios a gozar.
Como soldados de Cristo
...
Es el momento de decir que esta música fue compuesta en el primer tercio del. S. XX por el vecino de esta villa D. Joaquín Diego Martín y su letra nació de la pluma de D. Antonio García Molina |