NAVE CENTRAL.
La técnica fotográfica moderna nos coloca en el inicio primitivo de la nave central y única de que constaba la iglesia. Desde este punto y hasta el arco superior último mide 106 pies de largo por 28 de anchura. Era el espacio que comenzó a edificar Juan Ajofrín y su hijo en 1.541. En los años anteriores se hacía el culto católico en este mismo espacio usando la Mezquita Mayor de los moriscas. Y, hay quien dice que, a su vez, la misma fue levantada sobre un templo o monumento romano.
La techumbre, apenas insinuada en la imagen, es de madera, elaborada en estilo mudéjar (así se llamaba a la arquitectura formada por elementos árabes y occidentales). El nombre le viene de los autores, los mudéjares, que eran moriscos a los que se les había permitido quedarse en su tierra. Seguramente, Juan Ajofrín lo era.
Las arcadas laterales actuales constan de época reciente, s. XIX cuando se le añadieron a la central las naves norte y sur.
¡Qué ingenio hubo que desarrollar para sostener la techumbre y variar las paredes e introducir los pilares! Pero desde luego, valió la pena; es impresionante. ¡Parece una catedral! |